Hable con ellos

21 05 2006
Por:Flora Fernández

Costa Rica Solidaria

Texto original de su autora

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La próxima vez que participe en una conversación donde critican a los nicas, piense por un instante que son una población que han venido a nuestro país desplazados por la violencia, la horrible
situación económica que vienen sufriendo por décadas, la falta de empleo y oportunidades.

De lo contrario todos estarían tranquilos en su país y no tendrían que soportar xenofóbicas expresiones o empleos sin garantías, con remuneración inferior a la que reciben los trabajadores ticos que se niegan a realizar trabajo que hacen los nicas, como guardas, servidoras domésticas, peones, recolectores de cosechas entre otros.

Antes de emitir juicios contra los nicaragüenses que viven entre nosotros, acérquese y hable con ellos y con ellas… le van a sorprender y muy favorablemente. Los valores familiares y el amor que sienten por sus hijos dejados atrás en muchos casos para venir a recibir un salario que aunque sea bajo, siempre será superior al que estarían percibiendo en Nicaragua aprieta el corazón.

Pregúnteles cómo viven en Costa Rica, cuánto ahorran cada mes para enviar remesas a sus hijos y familiares mientras aquí no les inquieta vivir en condiciones infrahumanas con tal de enviar todo lo que pueden a su familia para que vivan un poco mejor que trabajando allá. Esto aplica a hombres y mujeres que han tenido que dejar a sus hijos atendidos por el primer familiar que aceptara, en muchos casos los hijos mayores se hacen cargo de los más chicos.

Pregúnteles sobre sus tradiciones y platillos favoritos, muchos son muy similares a los nuestros, pero no tienen el mismo sabor. Deje que le cuenten cómo en Nicaragua carecen de los servicios que aquí nos parecen tan normales y corrientes como son luz eléctrica, el agua potable. Ellos pese a ser el país centroamericano con más lagos, no cuentan con agua potable para el pueblo. El teléfono con la privatización, es un lujo inalcanzable y hasta innecesario frente a la lista de otras necesidades insatisfechas.

Pregúnteles cuanto les pagan y verá que muchos no llegan siquiera al salario mínimo ni tienen seguro social, o si lo tienen les declaran salarios inferiores, de todos modos “seguro nunca se pensionarán”. No les pregunte donde y de qué manera viven, muchos eludirán la respuesta porque les da vergüenza confesar las miserias que pasan. Muchas empleadas domésticas prefieren no tener un día libre porque no tienen donde ir a dormir. Pregúnteles cuanto les cobran por las remesas que envían a su país y los impuestos que tienen que pagar si están legales.

A los nicas mayorcitos, pregúnteles cómo fue su vida durante el Somocismo y la imposibilidad de tener una educación que les permitiera siquiera leer y escribir. Déjelos que le cuenten lo que fue pasar varias guerras, terremotos, erupciones volcánicas, sequías, huracanes e incendios de sus viviendas por parte del ejército, la contra o los sandinistas. Pregúnteles el terror que sintieron y desesperanza en una tierra más rica que la nuestra donde uno tras otro gobernante ofrecían y traicionaban al pueblo creando mayor incertidumbre y angustia. Hay muchos nicas cultos entre nosotros y son maravillosos, pero los humildes también.

Finalmente, deténgase a observar sus rasgos y apariencia física y verá que son auténticos indígenas. ¿No son entonces ellos los legítimos pobladores y dueños del continente? ¿No somos los blanquitos descendientes de españoles quienes los arrinconamos y desplazamos? Si nos duele lo que pasaron los indígenas con la llegada de los españoles ¿por qué seguimos actuando igual y causando el mismo dolor? Sabemos bien que las fronteras no las hizo Dios sino que las crearon los hombres, por eso deberíamos esforzarnos por vivir en Ticaragua un lindo país que lo atraviesa el Río San Juan.

Pero además, ya Nicaragua ratificó el TLC y el 1° de abril entró en vigencia. ¿Cuándo irán a crear los 500.000 empleos que prometieron y se llevarán de vuelta a los nicas para darnos cuenta la falta que harán?… Vale que esas mentirillas en Costa Rica ya no las tragamos y Dios quiera por muchos años los nicas sigan entre nosotros pero en mejores condiciones, donde todos hablemos más con ellos y aprendamos lo mucho que tienen que enseñarnos. ¿Cuándo va a hablar con ellos?

Flora Fernández
Costa Rica Solidaria


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